domingo, 29 de junio de 2014

Mujer - Diosa

Mujer - Diosa

Cada Mujer es una Diosa, así como la energía femenina era la fuerza dominante en la tierra, antes de las religiones, y que la fuerza masculina se impusiera, relegando, humillando a la energía femenina, pasar del matriarcado al patriarcado produjo un trauma en la memoria de la tierra y una cicatriz profunda en nosotros; así como todos estamos ligados a la conciencia colectiva de la tierra, hoy son muchas las mujeres que vuelven a los antiguos rituales que las unen con su diosa interior, creando sus propios altares con objetos personales, que las haga sentir bien con ellas mismas y puedan sacar la diosa que llevan dentro, así como ancestralmente, las mujeres se reunían en ceremonias secretas, para adorar a su Diosa, hoy la Mujer vuelve a su esencia y en su búsqueda interior cada una de esas Mujeres - Diosas esta representada por un elemento y un color.
Reconocer nuestra Diosa, como Mujer es el primer paso para curar nuestras heridas internas, sanar desde nuestro interior hacia nuestro exterior.
Las Mujeres – Diosas fueron por mucho tiempo victimas de abuso físico, humillación, discriminación, consideradas un elemento decorativo, sin derechos y más,  todas estás actitudes hicieron que las Mujeres se volvieran sombras de lo que eran, comenzando a guardar rencor y dolor en su ser, hasta  enfermar su cuerpo físico, espiritual y mental, las enfermedades son el resultado de tantos años donde la Diosa se mantuvo oculta.
Cada Mujer – Diosa guarda dentro de ella una diosa oscura, que abandona el camino que se le había asignado, para generar energías destructoras hacia la energía masculina y su propia energía creativa; la Mujer – Diosa destruye para crear una nueva mujer desde sus experiencias negativas.
Cuando la Diosa es reconocida por la Mujer, las energías masculinas y femeninas se reconcilian, eliminando cada una de ellas su rol de victimas y dejan de estar enfrentadas, se abrirá una nueva puerta, donde la sabiduría, la creación, la ciencia y la espiritualidad se unirán.
Todo este proceso de sanación interna, descubriendo a su Diosa, cambiará sistemas de pensamientos arcaicos con los que fuimos criadas y que traemos en nuestro ADN, la rivalidad, los celos, la envidia hacia las propias mujeres y los hombres, la relación entre madre –hijo, los vínculos materiales, nos guiará hacia los orígenes de las relaciones humanas.

Cuando cada Mujer conciba a su Diosa, se perfeccionara su principio femenino y su interior, en este proceso de curación se liberan las impurezas emocionales, desde los recuerdos guardados en la memoria emocional, es el momento de liberar y hacer nacer a nuestra Diosa.

  Stella Maris Leone Geraci
Artista Plástica, Fotógrafa, Escritora




Ella y Yo

Ella y Yo

Yo andaba en el paraíso, sin problemas, desnuda e inmortal, hasta que llegó Ella, Eva y comió la  manzana prohibida, entonces fui expulsada del paraíso, así conocí la mortalidad, en eso de estar en la tierra, pase por varias Ella, fui Judith para salvar a mi pueblo me puse mis  mejores vestidos, me perfume y le corté la cabeza a Holofernes, por un tiempo, fui respetada, pero alguien consideró que debía ser pura, sin pecado concebida y me convertí en María, para ese mismo tiempo fui Magdalena la prostituta y de ahí en más me volví tantas Ella como fueron necesarias, fui Cleopatra me bañe en leche y tuve varios amantes, fui Juana de Arco y me quemaron en la hoguera, fui Reina de Inglaterra, cortesana, perdí la cabeza en la guillotina, a veces fui buena, a veces fui mala.
Fui tantas Ella, que ya no recuerdo quien soy Yo, se que a veces soy una gran científica, una actriz a la que le piden autógrafos, una presidenta, una primer ministro con el poder de decidir sobre muchos, fui desaparecida para silenciar mi vos, una mujer común que sale todos los días a trabajar; por culpa de Ella ahora nacemos con el pecado original y debemos ser salvadas, de algo que no se, si es bueno o es malo, nos enseñaron que debemos ser sumisas, cuidar de nuestro hogar y nuestros hijos; como siempre digo, hoy Yo soy una mujer libre, que pasa de ser la diosa, la reina, la abuela, la madre,  la hija, la bruja, la trepadora, la prostituta, no importa cuantos calificativos tenga, según quien me nombre así seré llamada por el resto de la mortalidad.
Solo importa que algunas Ella, son asesinadas, secuestradas, maltratadas y hoy no tenemos una Santa Inquisición que nos juzgue y queme por bruja, hoy el dedo inquisidor de la sociedad todavía se levanta y dice que Yo soy....., lo que nunca entendieron que Ella y Yo somos una, sin el pecado no hubiéramos existido nosotras; puedo ser buena, puedo ser mala, pero siempre soy Ella.

* Texto escrito para el Festival Internacional de Poesía de Mujer 2014.

Stella Maris Leone Geraci
Artistas plástica, Fotógrafa, Escritora



Ella y Ella

Ella y Ella

Ella se mira, ella me mira, ella la mira, ella es ella, o ella es la otra, ¿cual es el rol que jugamos cuando estamos con ella?, a ella la tomamos, la abrazamos, la dejamos, ella nos toma, nos cuida, nos acompaña, nos mira, y si ella soy yo y si yo soy ella.”
La muñeca es el primer juguete de las niñas, para crear en nosotras nuestro instinto maternal, para cuidarla, mimarla, vestirla, es la primer lección que se nos impone a las mujeres, en nuestra educación matriarcal de base, no importa como es la muñeca, si importa como nosotras nos relacionamos con ella, nos da ternura y la tomamos como posesión, como si nos perteneciera, hasta le ponemos nombre;  ¿nos pertenece?, ¿le pertenecemos?, ¿realmente afloran nuestros instintos maternales?, o simplemente es un medio de expresarnos, quien es la muñeca en este punto, ella o yo.
Como una muñeca de trapo blanca, simple, confeccionada por mí para otro trabajo artístico, empieza a ser la protagonista junto a otras mujeres que fui retratando, ella se convirtió en parte de la obra, cada una de ella hizo algo distinto, la tomo como propia, la entregó, la cuido y hasta yo en algún momento, las abandone.
Las mujeres seguimos cumpliendo mandatos hasta en la acción de tomar una muñeca de trapo, más allá del juego inicial, siempre se termina en la misma actitud, la posesión, la liberación, es mía, soy tuya, ¿realmente está el instinto maternal?, y una muñeca hace que salga a flor de piel, somos ella y yo, o somos yo y ella, o somos ella y ella; en donde me libero del mandato matriarcal con el que fuimos criadas y soy yo; o sigo cumpliendo el rol impuesto de generación en generación, soy nena, soy madre, pero nunca soy yo.


*Texto escrito para la serie Ella, año 2012

Stella Maris Leone Geraci
Artista plástica, Fotógrafa, Escritora